Gatti y Asociados

sábado, 25 de abril de 2009

El Ribereño

El Ribereño es un pequeño club social de vieja estirpe que abre únicamente por la noche. Esta sobre la calle Chile, a 20 metros antes de la calle Rivadavia que bordea las vías del tren Retiro-Tigre, partido de San Isidro. Si van por Avenida del Libertador hacia Tigre, dos cuadras después de la calle Primera Junta se encuentra la calle Chile (en la esquina hay una estación de servicio Esso).


Este restaurante es un clásico de la zona y supo ser un club de bochas fundado hace ya mas de 80 años, devenido en restaurante; sus mesas se ubican donde supieron estar las canchas. Si van con auto difícilmente encuentren lugar frente al restaurante ya que se encuentra lindante a casas de familia, es por eso que recomiendo doblar hacia la izquierda en la vías del tren y estacionen frente a las mismas. Hay una garita de seguridad vigilando la zona. Para poder comer en este lugar hay que reservar previamente mesa (ver teléfono al final del articulo), si van de improvisto difícilmente consigan lugar hasta las 12 de lo noche; generalmente se puede reservar hasta las 7 de la tarde, luego se torna casi imposible. Si consiguen lugar les sugiero que pidan mesa en el salón que da a la entrada, es el menos bullicioso, menos niños corren entre las mesas y sin el ruido de la televisión. Sean puntuales o pierden la mesa. El lugar es de diseño colonial, dos salones de techo alto y sin ningún aislante sonoro, creando un terrible caos de ruidos en el lugar. Una gran heladera para fiambres haciendo de amplio mostrador hace de “centro de mando” y caja. En verano suelen poner las mesas afuera en el amplio patio, lo cual es sumamente agradable por el clima y la noche.


Anoche éramos 4, todos habitues de la casa y ya familiarizados con el sistema y el lugar. Habíamos reservado mesa para las 9 en el hall que da a la entrada y cinco minutos mas tarde estábamos sentados sobre las clásicas sillas viejas desvencijadas frente a una mesa de formica color madera. Llego el dueño, que a la vez hace de mozo, con los individuales de papel cartón, las servilletas de papel y la panera de plástico, lanzo todos los cubiertos en medio de la mesa a modo de montaña de metal. “Como va muchachos? Se olvidaron las novias hoy?” fue el comentario de entrada mientras nos saludaba con la mano a cada uno y sonreía detrás de esos enormes bigotes afrancesados. Nos comenta que además de lo ya conocido, había conejo a la cazadora, brótala al roquefort, bondiola de cerdo, rabas y un par de cosas mas que no logre retener. No hizo falta cinco minutos para decidir el menú y pedimos cada uno su plato: 2 ravioles de calabaza con salsa de champignones, 1 milanesa con papas fritas y una brótala al roquefort, una Sprite de litro y medio para todos. La tertulia SIEMPRE es igual.


El menú? Es el individual color cartón que, además de tener un dibujo caricaturesco de los dos dueños y no decir los precios, explica todas las opciones. Confieso haber probado todos los platos y el mejor plato fijo que tiene la casa son los ravioles de calabaza. Estos son la envidia de las mejores casas de pastas del país, son únicos; y con la salsa de champignones debería ser un plato de $50 mínimo. El resto de las pastas también son excelentes, bien frescas hechas en el día: capelettis y spaghetti con opcional de amasadas con albahaca o espinaca. La salsa de champignones es el arma secreta, bien cremosa, sin maizena o gravy, ideal para acompañar cualquier cosa (muchas veces la pedimos con la milanesa). Las albóndigas son fulminantes, con la misma cantidad de ajo que una salsa pesto y un gusto único y consistente. Carnes? Se puede pedir bife de chorizo pero a uno le advierten que tarda mucho y personalmente creo que no vale la espera, es el único plato débil del menú. Las bondiolas son al horno, como en casa, con papas marineras, arvejas y huevo frito, todo en cantidades. La milanesa, si bien es pequeña también es muy muy rica, diferente a lo que uno esta acostumbrado, con gran cantidad de carne como de pan. Pescado? Este es un tema aparte, El Ribereño tiene tan buen pescado como la Pescadería Don José de Martínez, fresco como si estuviéramos al lado del mar. La brótola al roquefort es bien suave y un pescado magro sin olor mostrando la falta de bacterias. Hay épocas del año donde ofrecen mariscos, frescos como el pescado a precios realmente bajos, encima me da mas confianza comer mariscos en este lugar que cualquier otro restaurante de Puerto Madero. Suelen ofrecer mejillones a la provenzal (no pierdan la oportunidad de pedir esto si se los ofrecen), pulpo a la vizcaína, paella y fideos negros con mariscos (que incluyen pulpos pequeños en abundancia). Las rabas son de lo mejor que se consigue en Buenos Aires, no por la preparación, sino por lo fresco del calamar. El año pasado supimos ir todos los fines de semana a comer pescados y mariscos y dejamos de lado el resto de las ofertas gastronómicas de la zona.


Este es un restaurante tipo fonda/bodegón, con precios súper accesibles y una calidad sobresaliente. Ideal para todos los sibaritas que no están con ganas de protocolo. En lo personal me encanta ir, se come bien y se paga poco.


Precio? $35 por persona. Platos mas elaborados elevan el resultado final. La bebida es de litro y medio y los vinos son los comunes a precio racional.


Datos Útiles: teléfono 4747-2269

2 comentarios:

  1. Quisiera corregir unos pequeños errores en cuanto al menù: El plato que viene con papas arvejas y huevos fritos no es bondiola, sino costillitas de cerdo, pero ya estàn fuera del menù. El plato que es a la vizcaina es el bacalao, pocas veces hacen pulpo. Y sì es cierto que los pescados son de excelente calidad. Otro plato ultimamente muy popular entre los comensales es el ossobuco estofado con capelletis caseros. Desde ya, felicitaciones por la pàgina, muy ùtil y realista.

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  2. Obviamente despues de leer esto, termine haciendo una reserva para el sabado a la noche! Muchas gracias por la información!

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