Gatti y Asociados

jueves, 9 de julio de 2009

Kansas

Kansas es un excelente restaurante de comida norteamericana que queda en Avenida del Libertador 15089, Acassuso, justo a la izquierda de donde desemboca la calle Perú. Hay otra sucursal en Capital Federal, sobre Avenida del libertador 4625 al lado del Hipódromo de Palermo.


Justo a las 8 de la noche empezaron a llegarme los mensajes de texto insistiéndome de ir a comer Kansas… hay veces que un amigo con mucho antojo puede ser increíblemente persistente; anoche fue el perfecto ejemplo. Mensaje va, mensaje viene y obviamente nos decidimos a las 21 horas en San Isidro ya que es bien sabido que en la sucursal del hipódromo la comida es demasiado salada y no tan gustosa como en Zona Norte.


Terminamos llegando un rato antes de las 21 y ya desde el semáforo de Perú Y Libertador se veía un intenso movimiento en la entrada, tanto de autos como de señoras muy pitucas esperando una mesa. Ya conocido con la situación, pase de largo la entrada principal e ingrese por la de la esquina de Ricardo Güiraldes y la avenida, estacionando cómodamente y sin asistencia del Valet Parking. Entramos al restaurante y notamos la clásica congestión de gente que siempre hay en Kansas: mucho ruido, mucho caos y todos esperando una mesa e inclusive haciendo cola para anotarse con la agobiada empleada que repetía y repetía la misma frase.
-- “Hay una hora de demora… Si quiere anotarse en el sector fumador hay mas tiempo de espera”.
No hizo falta para darnos cuenta que la barra era nuestra única opción y oh casualidad dos caballeros se retiraron justo al lado nuestro dejando dos espacios libres listos para ser… ¡arrebatados! Habiéndonos lanzado en lo taburetes ante la mirada incrédula de nuestro reciente vecino en la barra, se nos acerca rápidamente un barman con una carta de tragos y otra de comida dejándonos libres para elegir. Ya sabíamos que íbamos a comer y tomar, pero eso no impidió que veamos la irresistible carta de tragos de Kansas, tan variada e interesante, que invita a leer y releer las opciones disponibles. Se acerco el barman y pedimos unos nachos con chile (o sea con todo) para compartir, junto con la solicitud de salsa Tabasco. De tomar un Absolut Caipirovska y un Negroni (también conocido como Coloradito). Kansas también da otras opciones de elección de comida, como por ejemplo los potatoes skins que son cáscaras de papas al plomo, bien saladas con queso cheddar y trocitos de panceta rostizada encima; los chicken tenders (son escasos pero espectaculares) y el Spinach Dip, que es un dip bien grande de espinaca y queso con una masa crocante para servirse (es Light). He probado todas las opciones de la barra y doy fe que es la mejor comida de bar (finger food) que he comido hasta ahora.


Mire alrededor mió y comprobé otra vez la tertulia de la barra de Kansas. La mayoría son varios grupos de 3 mujeres de unos cuarentilargos, producidas hasta el mas mínimo detalle (con la regla de que siempre hay una con pantalón de cuero) y charlando coquetamente mientras cada una, de forma separada, relojeaba y analizaba a cada hombre sentado en esa barra. Los hombres, también de a grupos y de edades variadas, charlando en voz muy elevada mientras comían, tomaban y emitían frecuentemente unas risotadas carrasposas y divertidas. Por otro lado las infaltables parejitas de jóvenes comiendo de un mismo plato, bien cerca uno del otro y en sumo silencio; y finalmente nosotros, de espaldas al salón principal y charlando tranquilamente. Que despelote de ruido había en esa barra! Un verdadero caos que en realidad provenía de la gente que esperaba para sentarse y no de los comensales que estaban sentados en sus taburetes.


Comenzaron de inmediato con los tragos siendo primero el turno de mi Negroni. Me impresiono como las medidas las hicieron “a ojo”; la velocidad con la que el barman mezclo el campari, el gin y el martini rosso era incomparable con mi propio modo de preparación: el infaltable y necesario medidor, mi paciencia para que las medidas sean las correctas y mi lentitud en el proceso… se me empezaban a caer las lágrimas de vergüenza. El resultado? Un Negroni PERFECTO, con las dos obligatorias rodajas de naranja dentro y una sonrisa de satisfacción por parte de su hacedor. Por el otro lado, el caipirovska no es mucha ciencia, solo que los trozos de cítricos implementados en la preparación eran una mezcla de limón sutil (también conocidos como limoncinhos) con limón común que no generaron ningún problema y resulto un trago impecable, como era de esperarse de la barra de Kansas.


Llegaron los nachos coronados con dos bochas de queso acido en un doble e inmenso plato previamente calentado. Por un lado los conocidos frijoles, por el otro la salsa de tomate y todo cubierto por queso cheddar en una intensa y peligrosa temperatura. Es un plato enorme de 12 centímetros de altura y 25 cm. de diámetro… o sea que ninguno de los dos se queda con hambre y la visual es tan gratificante como el sabor que deja en el paladar. Muchos piensan que es un exceso pero yo no creo que sea así; es una cantidad divertida y exacta para dos personas, dando lugar a falta de protocolo (ojo, los modales jamás se pierden) y posibilidad a una conversación fluida e ininterrumpida. Nosotros pedimos salsa de Tabasco para darle el toque picante, así que si piden los nachos, tanto en las mesas como en la barra, recuerden que tienen esta excelente opción. Es probable que llegue el momento de que las manos ya no den abasto ante el inminente revuelto de ingredientes, así que sugiero que pidan desde un principio un pequeño plato con cubiertos para mantener un poco la dignidad a lo largo de la cena. Los nachos es un plato duradero, como una grande interminable picada que acompaña a más de un trago por persona, es por eso que le recomendé a mí a amigo que probara el Tom Collins de Kansas: El mismo difiere de la ortodoxa preparación y es muy suave, hecho con gin Bombay (un verdadero acierto para una bebida dulce con gin) y agua gasificada (no soda), dos cerezas al fondo y coronado con azúcar.


Como podrán ver, la barra de Kansas es un lugar ameno, bullicioso, interesante y muy cómico, ideal para ir con amigos a relajarse. La atención es impecable y algo realmente tenido en cuenta por la gerencia, lo mismo que la limpieza y el higiene del lugar. También tienen la posibilidad del Happy Hour en donde los precios bajas considerablemente y suele ser hasta las 19:30 horas, depende de la temporada. Los platos de barra son riquísimos y gustosos. Los tragos son espectaculares, yo hice de Kansas mi lugar asegurado para probar nuevos tragos, mezclas alcohólicas y blends.


Precio? $88 pesos en total sin propina


Datos Útiles: Teléfono: 4747-0606 http://www.kansasgrillandbar.com.ar/


fotos by: http://cablemodem.fibertel.com.ar/.../image031.jpg

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